¿Recuerdas el camino que recorrías de tu casa a la escuela? ¿recuerdas los atajos, los peligros o riesgos que se encontrabas, qué te gustaba más durante ese trayecto? Tal vez, esos recorridos eran acompañados por otro niño, un adulto o solos, probablemente ahí muchos aprendimos a usar el transporte público y andar en la calle.

Estos recorridos son los primeros acercamientos que tenemos como habitantes de la ciudad, es un nuevo mundo en el que las niñas y los niños van descubriendo y adquiriendo experiencias, podríamos decir que son como pequeños turistas que se guían de quienes ya son locales, es decir, de los adultos, quienes les dan referencias hacia dónde ir y qué evitar.

Estos pequeños turistas, conocen la ciudad cuando van a la tienda, cuando salen a jugar al parque o a la plaza, cuando van a la escuela, o cualquier otro sitio recurrente dentro de su cotidianidad. Los caminos que repiten constantemente se vuelven sus caminos habituales y es así como nacen los ciudadanos.

Con el tiempo, las tendencias de crecimiento poblacional, riesgos de seguridad pública y cambios sociales, las perspectivas de las nuevas infancias darán nuevos y diferentes formas de pertenecer y “vivir la ciudad”. Habrá niños y niñas que nunca irán solos a la escuela, o espacios a los que no se acerquen por ser peligrosos y nuevos espacios de diversión y esparcimiento, así como recorridos que solo tendrán que hacer en automóvil.

la tendencia al adulto-centrismo de las ciudades y los espacios públicos, se vuelve un constante debate entre segregar las infancias solo a espacios de juego reducidos, restringidos y carentes de infraestructura adecuada para brindar comodidad y seguridad.  O construir espacios aptos para todos los grupos poblaciones. 

Es decir, por un lado, se niega la presencia de las infancias coexistiendo en el mismo espacio público que los adultos, con frases como “por eso no tengo hijos” “para qué traen niños a este lugar”, resaltando el derecho de las personas sin responsabilidad de cuidado a disfrutar de algún espacio de la ciudad. Pero, cuando este debate se traslada al escenario de la planeación y el desarrollo urbano, surgen diversas cuestiones: ¿debemos construir ciudades para que las infancias las disfruten? ¿Cómo deberían ser estos espacios? y ¿Qué necesidades se cubren haciendo la diferenciación entre aptos para niños y no aptos para niños?

Las ciudades que son para niños se refieren a ciudades con espacios públicos seguros, tanto en infraestructura como en seguridad pública. Por espacio público se entienden no solo los parques y las plazas, también se hace referencia a las calles con adecuada iluminación, vigilancia, señalamientos adecuados visibles para niños, velocidades de tránsito seguras, vegetación para un confort de paseo y estancia, calles conectadas y espacios de reunión cerca de las escuelas y sus casas. Usualmente las ciudades se construyen priorizando las actividades productivas, como centros de trabajo, y comercio, haciendo una ciudad como una máquina eficiente y no como un espacio de disfrute.

En la ZML habitan 372,541 personas menores de 14 años, representan el 26% de la población total, es el grupo etario más grande. Torreón cuenta 880 parques y plazas de superficie variada, equivalente a 4m2 de espacio público por habitante, según el Plan director de Desarrollo Urbano de Torreón, a partir del 2025 iniciará un déficit de metros cuadrados para actividades deportivas y parques urbanos debido al crecimiento poblacional. A la par, se continúa con una tendencia a la privatización del espacio público de áreas verdes y recreación.

Con esta información es necesario preguntarnos: ¿nuestra Metrópoli es apta y amigable para el desarrollo de sus habitantes más pequeños?

De acuerdo con cifras de incidencia delictiva del fuero común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante enero del 2024 se registraron 2,759 delitos contra personas de 9 a 17 años, lo que representó un incremento del 2.9% respecto al 2023 a nivel nacional. Los delitos principales fueron corrupción de menores, extorsión, rapto y secuestro.

En cuanto a las víctimas de delitos de entre 0 y 17 años registrados en marzo de este año, a nivel nacional fueron 3,306 víctimas, en Coahuila 445 y en Durango 353, principalmente en homicidios y lesiones por accidentes de tránsito.

Conocer los principales riesgos para el desarrollo de las infancias es apenas el primer paso para ir generando una metrópoli que fomente una buena calidad de vida. Sin embargo, también existen otras propuestas como la participación de los niños y adolescentes en los consejos municipales, donde se aborda cómo mejorar su ciudad, así como incentivar una cultura de colaboración; Otra propuesta va de la mano con la metodología del codiseño, es decir, talleres o foros de participación donde los niños opinan sobre la funcionalidad de los espacios.

Para la ZML queda pendiente dar seguridad al desarrollo de las infancias, asegurar espacios públicos de encuentro y juego. Necesitamos propiciar y promover infancias con ciudadanía activa capaz de opinar y ser escuchados para el mejoramiento de su entorno.

 

Referencias

https://blog.derechosinfancia.org.mx/2024/02/20/secuestro-de-ninas-ninos-y-adolescentes-en-mexico-a-enero-de-2024/

https://resp.trcimplan.gob.mx/sig-planes/plan-director-de-desarrollo-urbano-de-municipio-de-torreon.pdf

https://theconversation.com/cinco-propuestas-para-adaptar-las-ciudades-a-la-infancia-193230

https://noticias.imer.mx/blog/espacios-publicos-para-las-infancias-las-ciudades-fueron-disenadas-para-ellos/