La semana pasada se realizó el encuentro denominado “Agua y desarrollo sostenible: agenda 2024”, convocada por el delegado federal en Coahuila, Reyes Flores Hurtado, y el presidente del Consejo de Cuenca Nazas-Aguanaval, Roberto Muñoz del Río. Asistieron al acto inaugural los secretarios de Gobierno de Coahuila y Durango, los alcaldes de Torreón, Francisco I. Madero y San Pedro de las Colonias y legisladores federales y locales.
El auditorio Francisco Xavier de la Ibero Torreón no solo recibió esta diversidad de autoridades de ambos estados y de varios partidos políticos, sino la fundamental e incluyente participación de representantes de los usos del agua: organismos operadores de los municipios comarcanos, usuarios industriales, agrícolas, activistas sociales, académicos investigadores, e integrantes de módulos de riego.
Luego del acto protocolario se presentaron tres conferencias, una acerca de la situación de los organismos operadores de agua en los municipios; otra acerca de la calidad del agua y las tecnologías para eliminar el arsénico y una tercera acerca del agua y sus usos en La Laguna. Mis conclusiones de estas conferencias serían: la eficiencia en conducción y facturación de los organismos en México es, en general, mediocre y enfrentan severos desbalances administrativos ante gastos crecientes, particularmente en energía. De la segunda, que existe una docena de alternativas tecnológicas para eliminar arsénico del agua y la aplicada a pie de pozo en La Laguna es la mejor opción para este contexto. Y de la tercera, que sí hay agua y su disponibilidad es superior en varias veces a la demanda anual de la población, y que hay un significativo desbalance en la extracción, pero varias alternativas para el equilibrio.
Posteriormente, se dio lugar al intercambio de ideas y propuestas para plantear una agenda común de soluciones. En una mesa se abordaron propuestas de cómo orientar acciones hacia el equilibrio del acuífero. Me parece que el respeto mostrado por quienes participaron en ella se fortaleció porque hubo un reconocimiento general a la situación de sobreextracción y el compromiso para detenerla.
En una segunda mesa se abordó el complejo tema de los Distritos de riego, su gobernanza, las necesidades de modernización de infraestructura y entrega del líquido. Sobra decir cuán importante es esta temática relacionada con toda el agua superficial del distrito de riego comarcano.
Una tercera mesa trató el tema de los organismos operadores de agua en los municipios. Otra situación difícil porque al final del día una mala gestión repercute en que las casas tengan o no suficiente disponibilidad de agua y por tanto condicionen su percepción. Todos los organismos comparten retos similares: costos de extracción, principalmente por energía; costos administrativos; recursos limitados para modernizar la deficiente conducción, entre otros.
Una cuarta mesa profundizó en la situación de la calidad del agua y las tecnologías para eliminar el arsénico, entre ellas la actual que permitirá en un corto plazo, como dijeron autoridades en la inauguración, levantar bandera blanca en los pozos determinados para contener filtros. En su exposición, la doctora Alejandra Martin, del Instituto mexicano de tecnología del agua, mencionó que en quince estados del país se tiene presencia de ese contaminante. A pregunta expresa, me compartió que La Laguna es la región del país donde más se ha hecho para su eliminación con la tecnología óptima para el contexto.
El siguiente paso será trabajo del Comité Técnico, constituido para integrar las múltiples propuestas desde una perspectiva de desarrollo sostenible. Lo integran expertos del INIFAP, UJED, UA de C y del activismo socioambiental. Tienen ante sí el reto de la síntesis, evaluación y ordenamiento de acciones para redactar una agenda común “técnica y financieramente” viable que de solución a la complejidad del tema del agua en la región.
Uno de los integrantes del Comité hizo alusión al urbanista catalán Jordi Borja quien habría dicho que sobre los problemas compartidos “no todos tienen razón, pero todos tienen razones que deben ser escuchadas”. Pienso que el ejercicio de la semana pasada fue un primer gran paso incluyente para escuchar razones de cara al reto de, como escribió Francisco Valdés, “cómo vamos a perdurar prosperando” (yo añadiría, sosteniblemente) en La Laguna.
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