La Zona Metropolitana de La Laguna es una región urbana peculiar. Está conformada por cinco municipios que se encuentran distribuidos en dos entidades federativas. Torreón, Matamoros y Francisco I. Madero están en Coahuila, y Gómez Palacio y Lerdo se encuentran en Durango. Esta realidad político-administrativa ha obstaculizado durante décadas la coordinación estratégica, normativa y operativa de la zona, necesaria para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y cerrar las brechas sociales, así como fomentar el crecimiento económico sostenible e incluyente y un desarrollo urbano ordenado con perspectiva regional.
No pensar, decidir y actuar como metrópoli nos está costando mucho y nos está haciendo perder las grandes oportunidades que trae consigo el vivir en un área metropolitana. Esto se traduce, por ejemplo, en niveles bajos de competitividad, de acuerdo con el Índice de Competitividad Urbana 2018 del IMCO, en donde se plasman grandes desafíos de nuestra región como: aprovechamiento de las relaciones internacionales; innovación de los sectores económicos; sociedad incluyente, preparada y sana; y estabilidad económica.
La creación del Mando Especial de La Laguna y la Fuerza Metropolitana, que han contribuido a bajar los índices delictivos en la región luego de la peor crisis de seguridad vivida entre 2010 y 2014, es muestra del impacto positivo que puede generarse a través de la coordinación en todos los ámbitos. No obstante, en ese renglón y en otros, como agua potable, medio ambiente, desarrollo económico, movilidad y gobernanza, queda mucho trabajo por hacer y grandes retos que superar.
Para que las autoridades de los distintos niveles de gobierno, principalmente estados y municipios, asuman un compromiso con la metropolización de La Laguna es necesario que cada sector de la población empuje el tema a partir de la realidad compleja que enfrenta día a día por la falta de coordinación entre los municipios y los estados. Pero antes, es importante que los tomadores de decisiones y la población en general sean conscientes de esa realidad y, sobre todo, de lo mucho que afecta a todos los habitantes de esta región el carecer de una visión metropolitana. Para ello, hay que poner el tema de la metropolización sobre la mesa de discusión, labor de esta campaña que hemos llamado Metrópoli Laguna.
Porque ya es hora de pensar como metrópoli, decidir como metrópoli y actuar como metrópoli.