Autor: Talía Romero

Cualquier ámbito de la vida diaria de las y los habitantes de zonas urbanas, pero especialmente de zonas conurbadas o metropolitanas, es atravesado por las condiciones de infraestructura disponibles en el territorio. Para desplazarnos, por ejemplo, requerimos de vialidades para transporte particular, público y no motorizado. La educación, la salud, el cuidado del medio ambiente, la seguridad pública y el desarrollo económico de una zona urbana, están también determinados por las condiciones de la infraestructura que atiende específicamente cada tema, pero a su vez está relacionada con la disponible para los demás temas.

Es decir, por ejemplo, que la salud no sólo se atiende construyendo infraestructura hospitalaria, sino desarrollando infraestructura de cuidado ambiental -como áreas verdes y sistemas de desecho sustentables- o fortaleciendo las vialidades para el uso de transporte no motorizado, etc. La inseguridad e incidencia de delitos de alto impacto no se combaten de manera eficaz si el enfoque reside únicamente en el equipamiento de corporaciones policiacas, pues el enfoque de redes nos ayuda a georreferenciar e identificar la coincidencia entre la falta de infraestructura educativa y de espacios de recreación (además de políticas públicas de prevención del delito) y las colonias de mayor incidencia de dichos delitos.

Urbanistas de todo el mundo se han pronunciado a través de ONGs, espacios académicos y despachos particulares, por plantear la planeación y diseño de las ciudades desde una perspectiva de redes en las que se conectan cada aspecto de la vida de las ciudades, para conocer la dinámica de las mismas y proponer soluciones integrales a sus problemáticas particulares. Dos organizaciones españoles llevan ya algunos años poniendo el acento en la planificación estratégica de centros urbanos, movidos principalmente por la necesidad de incidir en sus regiones, y dedicados ahora a compartir su expertise con otros países y ciudades que experimentan nuevas dinámicas metropolitanas.

La Asociación Bilbao Metrópoli-30 agrupa empresas e instituciones para impulsar planeaciones conjuntas que tengan influencia en el Bilbao Metropolitano, que ellos identifican como una realidad social y económica sin límites geográficos claramente definidos.

Desde Fundación Metrópoli en Madrid comparten también la reflexión que llevan a cabo desde hace veinte años respecto al protagonismo de las ciudades en el contexto de la globalización. Para ellos, la conformación de Ciudades-Región implica la comprensión de una “nueva escala del territorio” como factor determinante para disminuir desequilibrios medioambientales, desigualdades socio-espaciales y las tensiones que surgen por la fragmentación administrativa y la tradicional visión municipal.

Ambas organizaciones se han articulado desde la sociedad civil pero integran, necesariamente, a instituciones públicas para lograr avances significativos en la construcción de agendas metropolitanas con visión de desarrollo integral.

En la Zona Metropolitana de la Laguna, distintas organizaciones civiles, instituciones públicas y líderes de opinión han propuesto y/o transitado iniciativas para generar estos espacios de diálogo y mediación que son necesarios para la construcción de una Laguna articulada, sustentable y próspera. Sin embargo, mientras no contemos con una perspectiva clara de desarrollo regional que incluya diagnósticos y planes metropolitanos, y que sume voluntades en ambos lados de Río Nazas, continuaremos construyendo infraestructura sin posibilidad de generar impacto de manera transversal y al largo plazo.

Twitter: @taliadalel
Correo: tromero@fomec.org.mx


Publicación original: El Siglo de Torreón