Ninguna ciudad del mundo fue planeada originalmente considerando el paradigma de la sostenibilidad como eje de su desarrollo y crecimiento. Pero en la actualidad, afortunadamente, hay muchos ejemplos de ciudades y regiones que han ido transitando hacia formas de convivencia, estructura institucional, producción económica y de relación con sus recursos naturales apegados a principios y prácticas sostenibles.