Autor: Talía Romero
A partir de la publicación del Índice de Competitividad Urbana (ICU) 2016 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Fomec Laguna se dio a la tarea de analizar a detalle algunos de los factores, indicadores y variables que influyen en la calificación de la Zona Metropolitana de La Laguna (ZML), de la que forman parte cinco municipios de dos entidades en la República, según el Consejo Nacional de Población (Conapo): Torreón, Matamoros y Francisco I. Madero en Coahuila; Gómez Palacio y Lerdo en Durango. El interés de Fomec por conocer a profundidad la metodología empleada por IMCO, se convirtió en un convenio de colaboración entre ambas organizaciones que arrojó, entre otros resultados, el análisis de las condiciones de gobernanza en la ZML.
En el libro «Califica a tu alcalde: Manual urbano para ciudadanos exigentes» (IMCO, 2018), se incluye el documento «Zonas metropolitanas vs. Autoridades fragmentadas», del científico de datos para IMCO, Óscar Ruiz Priego. En él se abordan las condiciones generales y marcos legales en los que operan las autoridades de municipios y entidades que comparten el espacio de una zona urbana con otros.
Óscar Ruiz plantea la necesidad de coordinación entre autoridades de distintos niveles, en especial para aquellas zonas metropolitanas que trascienden límites municipales, y profundiza en dos casos emblemáticos: el de la Zona Metropolitana de Guadalajara, y el de La Laguna. Mientras que la primera ha logrado construir acuerdos, instituciones y convenios de coordinación intermunicipal en el estado de Jalisco, la segunda enfrenta la particularidad de sobrepasar los límites de dos estados.
Para estas zonas, es de vital importancia el reconocimiento del fenómeno metropolitano y la generación de planes y proyectos, así como visiones de largo alcance para el desarrollo urbano, de manera coordinada. En este sentido, la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (LGAH), promulgada en el 2016, enmarca los temas, los instrumentos y las atribuciones en materia de coordinación metropolitana con los que cuentan autoridades municipales, estatales y federales para contribuir al desarrollo integral de las zonas metropolitanas.
La Unión Europea determinó, a través de los resultados del estudio SPIMA (Dinámicas espaciales y planeación estratégica en áreas metropolitanas), algunas áreas donde se encuentran los mayores retos de coordinación metropolitana: demografía, uso de suelo, desarrollo económico, bienestar social, infraestructura de transporte, uso y preservación de recursos naturales, instituciones y gobernanza, y cultura.
Es evidente que las y los laguneros compartimos no sólo el espacio geográfico, sino la mayoría de las problemáticas sociales y económicas. Además, compartimos rasgos culturales e identitarios que han hecho surgir propuestas como la separación política de sus respectivas entidades para la formación de un nuevo estado. Sin embargo, la LGAH contempla la obligatoriedad de la elaboración de programas y planes del orden metropolitano, e indica el camino legal para la construcción de esta gobernanza metropolitana.
El documento de Ruiz Priego destaca la instalación del Mando Especial en La Laguna como una estrategia de coordinación en materia de seguridad pública cuyos resultados parecen evidenciar el impacto potencial que genera la articulación institucional y sistemática para abordar un problema que incide en la capacidad de sus municipios para desarrollarse económica y socialmente. Los siguientes pasos en atención al desarrollo integral de La Comarca, entonces, deberán considerar que así como los problemas de seguridad pública traspasan límites intermunicipales e interestatales, compartimos también recursos naturales y condiciones de movilidad que merecen atención con enfoque metropolitano para multiplicar la eficacia del uso de recursos públicos en la solución de las demás problemáticas.